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La locomotora del oeste

Jorge Simón Yapor: del norte libanés a la pampa húmeda (1ª parte)

   Jorge Simón Yapor llegó al país en 1910, procedente de Beit Mellat, poblado del norte libanés. Se casó con María Cura -“la abuela Julia”-, una argentina hija y hermana de libaneses. De esa unión nacieron Simón, Miguel, Juan José (Chichín) y Eduardo, los tres últimos fallecidos.

   Con sus 86 años a cuestas y una memoria prodigiosa, Simón comienza su relato recordando que “un día le pregunté: ‘Papá, ¿por qué cuando te dicen turco te sentís molesto? Siempre nos tuteaba, pero cuando nos quería hablar en serio o reprimir por alguna macanita que nos podíamos mandar como chicos, ya no nos tuteaba y nos trataba de usted. Me respondió: ‘Venga que le voy a explicar’. Y me explicó. El tenía ocho años y el padre y la madre lo llevaron al puerto de Beirut y lo último que oyó de sus padres cuando se despidieron de él fue: ‘Andate a la Argentina, que hay amigos que te van a recibir, antes de que te maten los turcos’. ‘¡Y vengo acá y me preguntan si soy turco…!’”, rezongaba don Jorge.

   Simón advierte que “acá muchas personas, inclusive escritores y literatos, los han llamado sirio-libaneses” y enseguida aclara que se trata de un error, porque “son sirios o son libaneses”. Más allá de la proximidad geográfica, una lengua común y costumbres similares, Líbano y Siria son dos países con identidades propias dentro del Mundo Arabe.

   Entre los libaneses que llegaron a esta localidad del oeste bonaerense, enumera a Huebbes, Antonio, Aré, Cura y Amara. “Inclusive había libaneses que no eran cristianos, sino musulmanes, como Salomón Ale, Pudi, Llaver y Nacer”, acota y celebra que “la rivalidad que había en su tierra de origen acá no se transmitió, porque se reunían periódicamente y traían gente para conversar. Cuando yo tenía 16 o 17 años, recuerdo que vino al Teatro Español Habib Estéfano, una persona muy capaz, un literato. Dio una conferencia y, si bien era libanés, la mayoría de los sirios fueron porque lo sentían como propio. Había familiaridad. A tal punto era así, que acá estuvo la gente del Club Sirio-Libanés y del Hospital Sirio-Libanés”.

Otra versión

   Sobre la expresión popular “perdido como turco en la neblina”, Simón aporta una interpretación diferente a la ya conocida: “Hay una cosa que fue inventada, no sé por quién ni con qué interés. Decían que porque venían de un país árido no conocían la neblina y se perdían en la neblina. Pero buscando, porque tengo la manía de buscar refranes, encontré una nota que decía que en España, después de la dominación árabe, a un borracho le decían que ‘se había agarrado una turca’. ‘¡Uh, tenía una turca bárbara!’. Entonces, para algunos, especialmente en Marruecos, hablar de turca es decir que está borracho o en pedo, como se dice vulgarmente. El refrán primero vino ‘como con una turca, perdido en la neblina’, que significaba ‘como borracho perdido en la neblina’ y se lo encajaron a los árabes”, explica.

B por p y viceversa

   La forma en que pronunciaban la letra p, su fonética, se ha convertido en un signo de identidad para los inmigrantes llegados de Medio Oriente. Desde la expresión “vende beine, beineta, jabón y jaboneta”, atribuida a los mercachifles, hasta la airada reacción del “baisano” llamado “Bedro”, que respondió con una sutil puteada cuando algún desprevenido le preguntó si su nombre empezaba “con b larga o v corta”.

   Estas cuestiones de la fonética también hicieron su parte en la historia de nuestra familia: “Papá era Yapor y los dos hermanos que nacieron después que él, José y Emilio, eran Yabor. Miguel, que nació siete meses después de la muerte de su padre, era Yapor porque lo fue a anotar papá. ¿Qué pasa? Por esa costumbre que tiene el árabe, al traducir al castellano cambia la p por la b y la b por la p. Venía el verdulero y mi abuela le decía: ‘La da un baquete de perro’ y el verdulero ya sabía que quería berro. Había un perrito en la casa paterna que hacía algunas travesuras y la abuela decía: ‘Ese berro de miércole’. El apellido nuestro, Yapor, está mal pronunciado para el árabe. Papá lo pronunciaba con un p suave y se escuchaba Yapbor. Cuando mi abuelo anotó a José y a Emilio, lo pronunció así y los anotaron como Yabor. Emilio vivió toda la vida como Yabor y murió como Yapor, porque cuando llevaron los documentos, en la cochería dijeron ‘acá está equivocado’ y pusieron en el aviso Emilio Yapor y en la lápida también lo pusieron así”, refiere Simón.

“…borque yo no lloré”

   En tiempos de la dominación turca, la violencia en sus más crueles formas era moneda corriente para los sufridos pobladores libaneses. Alguna vez, la madre de don Jorge, Juana Abraham, contó una historia conmovedora que Simón rememora de esta forma:

   “Mi abuela, una vez mirando a los nietos después de cenar, nos dijo: ‘Ustedes la están aquí borque yo no lloré’. Y nos quedamos mirando todos. Papá dijo: ‘Les voy a explicar lo que quiere decir la abuela’. Cuando se ponía serio, papá cruzaba los brazos sobre el pecho y  empezaba a hablar. Y nos dijo: ‘Les voy a contar la historia de Simón el molinero’. Simón Abraham, mi bisabuelo, era casado con Zelma Elías, pariente de los Elías que tenían el molino en Mataderos; por eso había un vínculo y siempre nuestra familia se trató con la de ellos como de la familia. Un día, los ocho o diez jornaleros que tenía llegaron al lugar y les llamó la atención que el molino estuviera cerrado. Cuando llegaban los jornaleros, Simón Abraham ya llevaba una hora de trabajo. Y vieron que las mulas que utilizaban para mover la tahona, se habían escapado y roto todo el jardín. Golpearon y golpearon, pero nadie abría. Oyeron que alguien estaba llorando. Forzaron la puerta, entraron y encontraron a Simón y Zelma degollados. Los habían degollado los turcos musulmanes, que entraron al molino no sé si por motivos de robo o religiosos, que era el drama de Medio Oriente. A mi abuela la criaron otros parientes y tenía razón, porque la abuela estaba en una habitación contigua. Y si hubiera llorado, los turcos musulmanes la hubieran matado, porque no había ningún problema y había que terminar con la familia. Así que estamos aquí porque la abuela no lloró. Y ustedes también…”, afirma Simón sin vueltas.

   A tono con el clima de dominación imperial, en aquellos años estaba vedada la educación al pueblo. El niño Jorge “fue a la escuela de los sacerdotes y, a los ocho años, sabía leer y escribir en árabe y conocía algo de francés. Porque El Líbano, después de la ocupación turca fue un protectorado francés, y pasaron muchos años hasta que se declararon república y le dieron la independencia. Papá contaba que se refugiaban en la montaña. Cuando nosotros le preguntábamos se ponía mal y mamá se enojaba, porque papá se ponía a llorar. Se acordaba que con un monje se refugiaron en la montaña y vieron cómo los turcos, con un cañoncito rudimentario, destruyeron la escuela. No era conveniente para ellos que la gente supiera leer o escribir”, asegura Simón.

Autor: José Yapor

 

 

10 comentarios

Annie Yapor -

hola mi nombre es( Annie yapor) soy de Rep Dom , mi madre es (Mary Nacy Yapor) el padre de ella se llama (Maximo jorge yapor) y el padre de él se llama
( Issaias yapor ) yo no lo conozco pero quiero conoser a mi familia.

oscar -

Hola, soy de Chile y nuestro abuelo también vino de Monte Líbano, tengo entendido que sus hermanos llegaron a República Dominicana. Un hermano de él, se llamaba Américo, saludo a todos los Yapor del mundo y gracias por el reportaje.

Alen Yapor -

hola a todos, Muy interesante la informacion gracias por compartirla, tenia conocimiento sobre la procedencia, mi abuelo era Jose Alfredo Yapor Heded , Hermano de Antonio Yapor Heded y Luisa Yapor H. Segun lo que me comenta mi padre, mis bisabuelos llegaron a Rep Dom cuando mi abuelo tenia 10 Años.

José Yapor -

Perdón Alfonso, el mensaje está dirigido a vos y no a Américo.

José Yapor -

Américo: Lo que expresa la nota es todo lo que sé sobre el origen de nuestro apellido en común. Un sacerdote maronita de la misión en Argentina me explicó que la forma correcta es Yabbúr. Hay variantes como Yapur, Yapor, Yapour y Yapura y esto tiene que ver con la forma en que los anotaban cuando arribaban a cada país del continente americano. Gracias por participar. Me alegro que este espacio sirva para que se produzcan estos intercambios. Un abrazo. José.

Alfonso Yapor -

Ese mensaje lo escribí el 2011
ahora es 2014, si alguien ve este mensaje
por favor conteste, me llamo Alfonso Yapor y vivo en México

alex yaport -

Hola carolina problamente somo primos mi bisabuelo era americo yaport y tengo un tio que fallecio que se llamaba americo el era militar en republica dominicana yo tengo face book buscame alex yaport

carolina -

en republica dominicana hay muchos yapor mi padre me dice que somos desendencia arabe, mi abuelo era arabe, se llamo americo yapor

yessenia -

a mi tambien me interesa saber mas del apellido yapor.....

Alfonso Yapor -

me llama la atencion saber de donde viene mi apellido sabia que venia del libano pero no sabia mucha informacion de el, no se si yo provenga de el mismo señor, pero mi abuelo se llamaba victor yapor y vivia en mexico
PD yo tambien vivo en mexico si sabe mas informacion por favor contacte conmigo